Desde que era más joven que ahora me ha molestado mucho la forma en que los hombres (o entre los hombres) se expresan cuando uno se niega a hacer algo o hace algo mal. Inmediatamente, dicen "¡uuuy, es niñita!"; como si ser niñita, fuera malo.
Muchas de nosotras crecimos bajo el alero de "ser niñitas", criadas por mujeres que tenían, en general, poco power femenino; por lo que empoderarnos y salir a flote, fue un tema más personal que llegó con los libros y la tecnología. Es así como muchas de nosotras, sobre todo las bloggers, somos catalogadas como: "niñitas"; "las fashion bloggers"; "las huecas que hablan de moda"; etcétera; etcétera.
Y sigo sin dejar de pensar, ¿y qué hay en "ser niñita"?
Últimamente, en las redes sociales anda rondando un vídeo de la marca Always, que me parece notable. Es absolutamente descriptivo de esta situación que les comento.
Lo que más me impactó al verlo fue cómo nosotras mismas, las mujeres, nos poníamos en una situación de vulnerabilidad e inferioridad, al momento de que se nos pidiera hacer acciones como "niñitas". Sin embargo, al consultar a niñas preadolescentes sobre la forma de hacer las acciones como "niñitas", su respuesta fue absolutamente distinta. Les juro por Dios que, cuando lo vi, respiré.
Qué rico es saber que nuestras próximas generaciones tendrán madres y mujeres, absolutamente más reencontradas con su ser como mujer en la sociedad, porque ésto del machismo; del hembrismo; del feminismo; es absolutamente una lucha de poder que, francamente, a todos nos tiene agotados. (¿Cierto que sí?).