Por Isabel Margarita Martínez / @isamaval de Mujer Glam
Muchas veces he visto personas -incluida yo- que se agobian significativamente por sentir que tienen temas pendientes; temas abiertos con familiares, amigos, compañeros/as de trabajo, entre otros y suelen ser criticados/as por no “superar” sus problemas aún.
Frases típicas como: “Llevas tanto tiempo dándole vueltas a ese problema”, “tanto tiempo que terminaste con tu pareja y aún piensas en eso…”, “te quedaste pegada con tal tema”. Y en ese intento por ayudarnos las personas nos dicen: “Debes dejarlo atrás”, “debes continuar… la vida no se ha detenido”.
“¡Como si… hubiera únicas maneras de resolver las cosas!…” “Como si… los tiempos del reloj fueran los mismos tiempos del corazón.”
Y no… no existen salidas únicas para los problemas, lo que le funciona a otro puede no ser una alternativa para mí. Y así como los problemas de la vida pueden estar determinados por múltiples causas, las salidas y reparaciones pueden ser muchas.
A veces pienso, que el valor de la psicoterapia por ejemplo, no es más que eso, un espacio entre dos personas en el que se intenta mirar los conflictos desde un lugar diferente nada más, buscando diversas explicaciones para lo que (nos) ocurre, porque las más de las veces suele pasar que nos quedamos con las más dolorosas o castigadoras.
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